El Programa de Agricultura Urbana de Rosario es un ejemplo significativo de cómo la agricultura urbana puede abordar problemas sociales, económicos y ambientales de manera integrada.
Surgido como respuesta a la crisis económica de 2001, ha evolucionado hasta convertirse en un componente clave de la soberanía alimentaria y la estrategia climática de la ciudad. Sus principales objetivos incluyen:
Fomentar la producción local de alimentos: A través de la agricultura urbana y periurbana, se promueve el autoabastecimiento alimentario y la reducción de la dependencia de productos externos.
Preservar espacios verdes urbanos y periurbanos: Los huertos agroecológicos y el Cinturón Verde contribuyen a la protección del entorno natural de la ciudad, promoviendo la conservación de áreas verdes.
Promover una agricultura libre de pesticidas: El programa impulsa la producción agroecológica, evitando el uso de químicos dañinos y contribuyendo a la protección del ambiente y la salud de los ciudadanos.
Generar empleo y fomentar la inclusión: Se han generado más de 300 empleos, mayormente ocupados por mujeres (60%), contribuyendo a la equidad de género y al desarrollo económico local.
Promover el comercio justo y solidario: Los productos de la agricultura urbana se comercializan bajo principios de comercio justo, lo que beneficia a productores y consumidores.
Conservación de biodiversidad: A través del banco de semillas, con más de 400 especies conservadas, se protege la diversidad genética y se facilita el acceso a semillas para futuras generaciones.
El programa tiene un enfoque integral, involucrando a diversos actores como huerteros, productores, consumidores, técnicos y académicos, y priorizando tanto la inclusión social como la sostenibilidad ambiental. Además, las actividades buscan concienciar y visibilizar los múltiples beneficios que la agricultura urbana aporta a la comunidad rosarina.