El mercado ganadero enfrenta una desaceleración, ya que, aunque los envíos a faena se mantienen ligeramente por encima de los niveles estacionales, la oferta sigue siendo elevada en comparación con la demanda actual.
En el ámbito de la exportación, la caída de los precios impuestos por China y la desaceleración de la devaluación afectan el poder adquisitivo de la industria, mientras que, en el consumo interno, enero y febrero suelen ser meses con menor demanda.
A pesar de que la oferta sigue por encima de los niveles históricos, los feedlots muestran una ocupación reducida, lo que puede limitar la oferta de hacienda terminada en los próximos meses. Sin embargo, la mayor salida de animales desde los campos podría compensar esta disminución.
En cuanto a precios, después de una subida en los últimos meses de 2023, los valores actuales han retrocedido, tanto para animales de faena como para terneros y vacas de cría.
La falta de lluvias y las altas temperaturas preocupan a los productores, afectando el crecimiento de pasto y la condición de los animales. Este factor climático está presionando el mercado y limitando la oferta de forraje, lo que afecta la ganadería en general.
Sin embargo, las previsiones meteorológicas sugieren una mejora para el resto del año, lo que podría aliviar la situación y contribuir a una estabilización de precios en los próximos meses.