La zafra de terneros en Argentina está experimentando cambios significativos en su ritmo de movimientos debido a diversos factores climáticos y económicos.
Tras un inicio del año caracterizado por un récord en los traslados de terneros, durante febrero se ha notado una desaceleración en la transferencia de animales de los campos de cría a los de recría. Esto se debe a las condiciones climáticas que han mejorado con la llegada de lluvias, lo que ha permitido que muchos ganaderos reconsideren sus estrategias de destete y retención de ganado.
En enero, se registraron cerca de 615,000 terneros trasladados, lo que representó un aumento del 21% con respecto al mismo mes del año anterior y fue el más alto desde 2017. Sin embargo, en las primeras semanas de febrero, el número de terneros trasladados fue de 342,837, sólo un 10% más que en enero, mientras que normalmente se esperaría un incremento mayor durante febrero.
Los precios de los terneros también han mostrado una tendencia al alza, con cotizaciones que en febrero rondaron los $3,300 por kilo, un incremento del 10% respecto a enero. Esto ha incentivado a algunos criadores a escalonar la venta de sus terneros para maximizar ganancias al esperar a que los animales alcancen mejores pesos.
Se anticipa que la zafra comenzará a tomar impulso en las próximas semanas, con expectativas de una mayor consolidación en marzo. Sin embargo, hay cierta incertidumbre respecto a si el ritmo actual de venta se acelerará, o si se establecerá una zafra más distribuida en el tiempo, con una oferta quizás más ajustada en comparación con el año pasado.