Este artículo refleja una mejora en el uso de fertilizantes en Argentina, alcanzando un aumento del 7% en 2024, lo que se atribuye principalmente a la recuperación de la humedad del suelo y al incremento de las áreas sembradas con trigo y el uso de tecnología en maíz.
Parece que el regreso a una mayor disponibilidad de agua en el suelo ha favorecido la actividad agrícola, permitiendo que los productores opten por aplicar fertilizantes de manera más efectiva, lo que impactó positivamente en los rendimientos. A pesar de la reducción en el área sembrada con maíz, el aumento en la proporción de maíz temprano favoreció el uso de tecnologías que mejoran la eficiencia del cultivo.
El artículo también aborda el impacto de la reducción de impuestos a la importación de fertilizantes, lo que mejoró la relación insumo-producto, aunque este beneficio se dio de manera gradual.
Finalmente, destaca la necesidad de realizar diagnósticos precisos para la campaña 2025/26, ya que los suelos podrían estar bajos en nutrientes tras varios años de ajustes en la fertilización.