Este análisis del mercado de terneros en Argentina refleja una serie de dinámicas que afectan tanto la producción como el comercio de este ganado.
En las primeras semanas de enero, la caída del 10% en los precios de los terneros se explica por varios factores, incluyendo el impacto climático y una posible sobreoferta en esa época. Sin embargo, la recuperación que comenzó en la última semana de enero indica una corrección en el mercado, ayudada por las precipitaciones en febrero y una falta estacional de hacienda liviana en las plazas de comercialización, como Cañuelas.
La producción de terneros 2025 (nacidos en 2024) podría ser levemente inferior a la de 2024, lo que podría generar una oferta más ajustada en el futuro. Si bien los índices reproductivos mejoraron, la menor cantidad de vacas en servicio podría seguir impactando la producción.
El escenario parece más favorable para los productores a partir de febrero, con una tendencia de precios alcistas impulsada por las lluvias y la escasez de hacienda liviana, lo que es positivo para las recrías. La combinación de precios más altos y un contexto económico menos incierto (con inflación a la baja, costos financieros más bajos y sin presiones devaluatorias) crea un entorno relativamente favorable para el sector.