Lo que impacta negativamente en la rentabilidad del sistema ganadero”. En este sentido, es crucial mantener un monitoreo constante y ajustar las prácticas de fertilización conforme se desarrolla la pastura.
La implementación de un manejo adecuado de nutrientes implica no solo aplicar fertilizantes en el momento de siembra, sino también realizar análisis regulares del suelo y de la planta para determinar cuándo y cuántos nutrientes son necesarios. Esto garantiza que la pastura no solo crezca adecuadamente, sino que también mantenga su capacidad productiva a lo largo de los años.
Finalmente, los expertos coinciden en que la educación y capacitación continua son componentes clave para los productores. Asistir a charlas, talleres y capacitaciones sobre las últimas tecnologías y prácticas agronómicas puede marcar la diferencia en la rentabilidad y sostenibilidad de las pasturas. Adopción de nuevas tecnologías de monitoreo de cultivos y sistemas de trazabilidad también contribuyen a mejorar la toma de decisiones en la gestión de pasturas y a optimizar el uso de recursos.
En resumen, para lograr una pastura exitosa, los ganaderos deben prestar especial atención a la gestión del agua, el control de malezas, la elección adecuada de especies y una correcta nutrición, acompañados de un manejo profesional y actualizado.
Estas estrategias no solo aumentarán la productividad y calidad del forraje, sino que además contribuirán a la sostenibilidad de los sistemas ganaderos en un contexto de cambios climáticos y de mercado.