El mercado lácteo global se enfrenta a un período de crecimiento moderado, según un informe de Rabobank, que prevé una expansión del 0,8% para 2025 en las principales regiones exportadoras.
Aunque se espera una recuperación en la producción de leche en Europa y Estados Unidos, desafíos como barreras comerciales y la volatilidad en los precios siguen presentes.
En el contexto global, China experimenta una caída en la producción láctea del 2,6%, lo que podría impulsarla a aumentar sus importaciones, a pesar de un entorno de consumo interno complicado. A su vez, Estados Unidos y Nueva Zelanda mantienen un flujo constante de exportaciones, destacando ventas récord de queso y leche en polvo.
Las barreras comerciales también pueden influir en el mercado. Estados Unidos considera imponer nuevos aranceles a México y Canadá, mientras que la relación con China se mantiene incierta, lo que podría alterar el equilibrio de oferta y demanda en el comercio mundial.
En Argentina, la producción de leche mostró un aumento del 5,6% interanual en enero de 2025, continuando la recuperación iniciada a finales de 2024. Sin embargo, factores como el aumento en los costos de producción y la situación climática podrían afectar el crecimiento en el corto plazo. Adicionalmente, la reducción de retenciones a los granos y la apreciación del peso podrían disminuir la competitividad de las exportaciones lácteas.
Así, el mercado lácteo global en 2025 se caracteriza por un crecimiento moderado, precios sostenidos y un panorama comercial en constante evolución, donde la atención se centra en la demanda de China, las políticas comerciales y la adaptabilidad de los productores ante un contexto retador.