
El desarrollo de un sensor de temperatura por parte de investigadores del INTI, presentado en el último "Congreso Argentino de Electrónica", promete revolucionar la agricultura al facilitar la recolección de datos en tiempo real sobre el suelo.
Este avance no solo permitirá tomar decisiones más informadas sobre el riego, sino que también ayudará a identificar áreas con escasez de agua, optimizando así el crecimiento de cultivos y potencialmente aumentando la producción agrícola.
El sensor, fabricado utilizando una película delgada de óxido de vanadio sobre vidrio, se destaca por su economía y facilidad de fabricación. Los resultados preliminares indican un comportamiento lineal en un rango de temperaturas de 20 a 75 °C, lo que lo hace especialmente útil para monitorear condiciones en el campo. Además, su pequeño tamaño (aproximadamente 2 mm x 2 mm) y su bajo consumo de materiales son características que lo hacen aún más atractivo para su uso en diversas aplicaciones.
María Belén Kramar, parte del equipo de desarrollo, menciona que hay planes para integrar este sensor a un sistema capaz de medir el flujo de savia en las plantas, lo que abriría nuevas posibilidades para el análisis de la salud y el crecimiento vegetal.
El proyecto, que involucró a estudiantes de Argentina, Uruguay y Chile, se realizó en colaboración entre el INTI y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Alex Lozano, director del Centro de Micro y Nanoelectrónica del INTI, destaca la importancia de poder transferir esta tecnología probada a la industria, evidenciando las capacidades del país para desarrollar aplicaciones basadas en innovaciones como esta. Este avance no solo representa un paso significativo en la investigación y el desarrollo tecnológico en la región, sino que también podría tener un impacto positivo en el sector agropecuario, potenciando la sostenibilidad y la eficiencia en la producción de alimentos.