La reciente mejora en la producción lechera en Argentina es un indicio positivo tras la caída del año 2024. Con la estabilización de las lluvias y un favorable contexto de precios entre la leche y el maíz, las condiciones para la producción otoñal parecen optimistas.
Según los datos, el acumulado de producción láctea hasta febrero muestra un crecimiento significativo del 8% en litros y del 10% en sólidos útiles, lo que se traduce en que las vacas están produciendo eficazmente, con un aporte de pasto de 28 kg MS/ha.
La relación de precios actual de leche a maíz, que se sitúa en 2,15 kgs/litro, junto con la normalización en el régimen de lluvias, podría favorecer aún más la producción en el próximo período. De acuerdo con la Cámara de Productores de Leche del Oeste Bonaerense, este escenario alienta a los productores.
El precio promedio de la leche al productor alcanzó en enero de 2025 los $444,11 por litro, lo que representa un aumento del 0,7% respecto al mes anterior y un impresionante 82,1% interanual. Al mismo tiempo, la inflación en enero fue del 2,2%, lo que indica que la industria láctea se está adaptando y manteniendo su competitividad en medio de un contexto inflacionario.
Adicionalmente, la creación del Comité Argentino ante la Federación Internacional de Lechería (FIL) representa un avance significativo para el sector, que busca mejorar su posición en el mercado internacional. La Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) de Villa María se encargará de la representación administrativa, lo que podría abrir nuevas oportunidades y beneficios para los productores que se alineen con esta iniciativa.
Sin embargo, el mensaje subyacente es que el contexto actual, aunque optimista, no debe ser conducido con "piloto automático". La volatilidad inherente al mercado lácteo y el desafío constante de equilibrar oferta y demanda requieren una atención constante y estrategias bien pensadas para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad del sector lechero argentino.